Un ser mitológico.
Echarte de menos antes de que el pensamiento de un "hasta luego" llegue a mi boca.
Quedarnos dormidos dentro de la luz.
Ser fuego, hielo deshaciéndose o un cosquilleo que te recorre la espalda como dedos en forma de serpientes.
El testimonio del "todo" encerrado en una sonrisa dentro de un domingo gris, y todo por mi culpa.
Marea como un torbellino sin orden ni concierto.
Adelanto cada día de un capítulo de tu serie favorita.
Promesas de lo que no vamos a llegar a ser, también de lo que hemos sido, a lo que nadie nos ha logrado alcanzar.
Ser: soy, eres, somos.
Ser viento aunque no sepas cómo.
Yo sí.
Yo te guío,
y tú aciertas.
Soy súplica, plegaria para que cuando tenses la cuerda del arco y sueltes la flecha, cortes el viento y aciertes, como casi siempre.
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