Ella, pedazos de cristal que no logran romperse.
Ella,
infancia gris rodeada de páginas y páginas de libros como olas. Y ella que se zambulle sin temor en la olas, empapándose de palabras que la acompañarán para siempre.
Ella, toda su vida y recuerdos guardados en una pequeña botella,la más hermosa que veréis jamás.
Ella, que nunca conseguirá que le guste su pelo.
Y es que es tan insignificante e indispensable a la vez...
O eso quiere creer. Eso necesita creer.
Porque si no lo creyera no se levantaría cada día a comerse el mundo a pequeños mordiscos ,ni hubieran servido de nada las palabras mágicas que se esconden tras las páginas de cientos de libros.
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