jueves, 7 de febrero de 2013

tú, yo.Mi infancia, mi trinchera.

Pocas veces paseo por debajo de la fina y cortante lluvia de mi infancia.
Pocas veces vuelvo a sentir el frescor de las gotas de lluvia mezcladas con la impotencia de mis lágrimas de nostalgia, odio y cariño rebosantes.


Y eso que nunca habrá razón para dejarnos atrás
seguiremos anclados a la infancia
como Peter Pan.
somos niños sin final,
infancia sin igual atrapada en pequeños corazones y cuatro paredes que guardan el secreto de cómo somos hoy. Que jamás caerán,
sostenidas en los más preciados rincones de nuestra memoria.
Te amo, pero me dejaste un "te odio" en los labios.
Te odio, porque siempre seguirás ahí.
«Adaptarse o morir» ya no tenía sentido, cambiar y verte arrastrado por la tormenta que te lleva lejos de allí,
de los agridulces momentos de tus primeros años, te destrozaba e ilusionaba.
Aquel vendabal nos arrastró,
sin piedad,
nos separó a la mayoría.


Pocas veces paseo por debajo de la fina y cortante lluvia de mi infancia.
Y ahora,que empiezo a sentir de nuevo las finas gotas golpeando mi cara, me echo a temblar.

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