Carla avanza por el pasillo y apunta directa,
pero algo indecisa:
"Deja de ser tan delicada y dispara primero,
no dudes ni un segundo. ¿Ves? Ya has disparado, está tendido en el frío suelo de la línea 1, o mejor dicho, ya no está, ya no existe."
Y Carla, que debería alegrarse de haber ganado después de tantas batallas seguidas perdidas sin respiro,
se da la vuelta y echa a andar con la amargura envuelta en su bufanda de punto y su nudo en la garganta.
Porque sigue sin poder respirar
y sin ganar
y sin encontrar motivación.
"Y encima le he dejado ahí muerto. Vaya marrón", piensa sin ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario