Que sí, que te echo de menos. Pero ¿por qué un no a todo? ¿por qué negarnos de tal manera?
Quizás alguno de los dos no merecía al otro, o, simplemente, no estábamos destinados.
Pero eso sería una tontería. En tal caso, ¿para qué la sonrisas?¿para qué las caricias?¿para qué los días de incertidumbre? ¿para qué todo ese sufrimiento? ¿Para qué sirvió, para qué SIRVE ahora?. Nada. No encuentro respuesta.
Soy de esas personas que piensan que las cosas no suceden porque sí. Tienen que tener algún sentido,algún significado.
En este extraño caso nuestro me doy por vencida, sin encontrar razón alguna al principio y al fin del "nosotros".
¿De quién ha sido el error?
Demasiadas líneas en blanco donde debería haber respuestas, pocas expectativas a recuperar nada y ganas de odiarte por siempre. Pero no. Sé que aparecerás de nuevo,para bien o para mal,y allí estaré yo.
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