sábado, 10 de mayo de 2014

En picado

En picado te he visto caer hacia el cielo o el infierno, al no aprender a querer ni a saber decir en el momento correcto sí o no, ni a que se te marchite el ramo de flores en el que habías puesto tanto empeño y tiempo y descubrir que a veces no merece la pena sangrar por ella.
Que el dolor y la pena no son más que una ilusión para poneros a prueba cada vez que salto detrás para encontrarte. Y es en el dolor de una caída en picado donde nos encontramos hilados por una cuerda irrompible, y nos fundimos por temor a no vivir juntos el corte de respiración al impactar brutalmente contra el frío asfalto.
Así que, tomémonos de la mano, ya diviso el gris del asfalto, y haré lo imposible para que la caída se convierta en aterrizaje y el asfalto en tu cama.
Estás advertido. Te salvaré hasta de la más salvaje caída en picado.

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