Voy tan adelantada a vosotros que ni siquiera soñais con alcanzarme. Soy tan veloz que no podéis verme. Intento no asfixiarme con vuestra rutina. Me adapto bien incluso a lo peor, intento sacar lo mínimo bueno aunque a veces parezca imposible.
Lo que para vosotros es inalcanzable para mi lo es más. Me hundo sin ayuda para respirar mientras estáis llegando al final de la carrera, pero lo que no sabéis ni lograreis comprender es cómo lo hago para aparecer cruzando la meta a vuestro lado.
No pido casi nada a cambio.
Demuestro más de lo que imaginaste.
Importo más de lo que puedes llegar a pensar.
No entiendo por qué soy tan diferente y a la vez me atrae lo semejante.
La clave está en ser diferentes para poder encontrar puntos en común.
¿Paradójico, verdad?
No tengo puntos fuertes ni flojos, simplemente son puntos inconexos.
«Soy un caso extraño: tan fácil y tan simple que no sé explicarlo.»
